Una vez, siendo muy joven, muy romántico y tal vez muy ingenuo , desde el espigón de mi Sitges natal, lanzaba dentro de una botella un mensaje de amor. Hablaba de ilusión, hablaba de cariño, hablaba de sentimientos, de respeto, de bondad, de sueños compartidos.
Hablaba de la textura y el calor de la piel, hablada de la dulzura, de la humedad de los labios. Hablaba de las caricias, de los abrazos, de la risa, del dolor compartido, de la empatía. Hablaba de la complicidad y hablaba de la reciprocidad.
Nunca nadie contesto. Era obvio. Y así fue.
Ahora, con la misma determinación "lanzo este otro mensaje en una botella".
Ahora en Madrid. Ahora para una mujer de entre 40 y 50 años, Que quiera vivir todo lo expuesto. Que quiera recorrer este viaje llamado vida. Tengo domicilio que quiero compartir, trabajo para proporcionar y mucha, mucha ilusión y ganas de vivir, Recoje esa mágica botella, Te estoy esperando.
Contactos hombres: Porque la ilusión no tiene precio, porque el corazón no entiende de dinero, porque el amor es visceral, en ocasiones nos sorprende, en ocasiones nos aturde, nos dibuja una sonrisa, nos hace brotar una lágrima, de alegría, de tristeza, de nostalgia. Pero siempre, siempre tan necesaria. Cuando estamos enamorados damos lo mejor de nosotros mismos, cuando sentimos pasión no queremos que el día acabe, no queremos que el reloj avance, dejar de rozar tu piel, de esbozar una sonrisa, de decir adiós. No puedo comprar tu amor. No debo comprar tu amor. Pero si quiero, puedo, debo ofrecerte el bien más preciado que tengo: compartir. Compartir mi vida, compartir mis ilusiones, compartir mi casa, compartir mi energía, compartir mis ganas de vivir, de sentir, de amar. Mucha gente cree que eso no es posible. Mucha gente se equivoca..
Estás viendo los anuncios que tiene publicados Martin Brody.